¿Habías oído hablar del cuidado nocturno del jardín? Hay personas que,
basándose en el calendario lunar, inician las labores del jardín bajo las
estrellas, ya sea por creencia en este método, por organización o por ser
amantes de la tranquilidad de la noche.
Las actividades de siembra, trasplante o cosecha se asocian a las fases de
la luna en este método peculiar. El satélite se mueve recorriendo un ciclo
completo de 29 días que se divide en cuatro cuartos o fases. Para plantar según las fases de la
luna, se necesita un calendario lunar que indique las posiciones exactas de
ésta durante el mes.
Se cree que cuando la luna está en fase creciente (de luz nueva a luna
llena), por lo tanto, cuando va en aumento la luz, la savia de plantas y
árboles fluye mejor y con más fuerza, esparciendo vitalidad y energía y
favoreciendo el cultivo.
Algunas de las tareas que
es recomendable realizar con la luna creciente son: cuidar las plantas de
interior, cambiar de macetas, plantar semillas en el suelo, hacer injertos en
árboles frutales, fertilizar y plantar árboles.
Cuando la luna está en
fase menguante es cuando se hace más pequeña (de luna llena a luna nueva) y va
disminuyendo la luz. Se considera que mientras la luna mengua, es un momento idóneo
para podar las plantas, dado que fluirá menos savia de los tallos que se
corten.
Las actividades
recomendables para este período son: trasplantar y cosechar raíces, quitar la
maleza, plantar bulbos y cosechas que
crezcan a ras del suelo, eliminar babosas y podar arbustos.
En resumen, la siembra y las plantaciones se hacen durante la luna
descendente y las operaciones de poda y cuidados de las plantas durante la luna
ascendente.
Ahora que ya sabéis cómo cuidar de vuestro “jardín lunar”, ¡no
tenéis por qué pasar tantas horas bajo el sol!